A través de pequeños éxitos, los videojuegos estimulan repetida y muy directamente el «sistema de recompensas» del cerebro, por ejemplo, al poder alcanzar una puntuación cada vez más alta. Los estudios muestran que el tipo de recompensa dentro de un juego es fundamental para el desarrollo de una adicción. Además de la recompensa, existen otros criterios que pueden crear adicción. Por ejemplo, si los juegos están estructurados de tal manera que la interacción con otras personas es necesaria para progresar, o si los logros se pierden debido a la interrupción del juego.
Todavía no se ha aclarado suficientemente cuánto tiene que ver el comportamiento de juego adictivo con estar bajo presión y cuán adictivos son los juegos individuales. Sin embargo, parece claro que los niños y jóvenes bajo estrés tienen una necesidad mucho mayor de retirarse a otro mundo y olvidarse de los problemas cotidianos. En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó y definió el trastorno del juego como una patología, es decir, la adicción a los videojuegos. Sin embargo, no es tan fácil entender a partir de qué momento una persona es adicta. Está claro que un diagnóstico de adicción a los juegos de ordenador debe ser realizado por un especialista. Según la OMS, el trastorno del juego ocurre cuando el comportamiento de juego durante un período de varios meses se caracteriza por estos tres criterios:
Los videojuegos pueden ser una forma entretenida y educativa de diversión para los niños, pero también es importante estar consciente de los riesgos potenciales de la adicción. Aquí tienes algunos consejos para que los padres manejen la relación de sus hijos con los videojuegos y ayuden a prevenir la adicción:
1. **Establecer límites de tiempo**: Establece reglas claras sobre el tiempo de juego permitido cada día. Limitar el tiempo de pantalla puede ayudar a evitar que los niños se vuelvan adictos a los videojuegos y fomentar un equilibrio en sus actividades diarias.
2. **Crear un horario equilibrado**: Ayuda a tus hijos a crear un horario equilibrado que incluya tiempo para estudiar, actividades al aire libre, ejercicio físico, interacción social y otros pasatiempos, además del tiempo de juego.
3. **Elegir juegos adecuados**: Asegúrate de que los juegos que tus hijos jueguen sean apropiados para su edad y contenido. Revisa las clasificaciones de edad y lee reseñas para entender mejor los juegos.
4. **Jugar juntos y supervisar**: Juega videojuegos junto con tus hijos y muestra interés en sus intereses. Supervisar su tiempo de juego te permitirá comprender mejor cómo están interactuando con los juegos y si hay algún problema.
5. **Establecer reglas para el juego en línea**: Si tus hijos juegan en línea con otros, asegúrate de que comprendan las reglas de conducta adecuadas y seguras. Enseñales a ser respetuosos y a mantener su información personal privada.
6. **Utilizar herramientas de control parental**: Muchas consolas y dispositivos tienen funciones de control parental que te permiten limitar el tiempo de juego, bloquear contenido inapropiado y supervisar la actividad en línea de tus hijos.
7. **Estar atento a los cambios de comportamiento**: Presta atención a cualquier cambio significativo en el comportamiento de tus hijos, como irritabilidad, aislamiento social o disminución del rendimiento académico, que podrían indicar una posible adicción a los videojuegos.
8. **Promover actividades alternativas**: Fomenta otras actividades que interesen a tus hijos, como deportes, arte, música, lectura y juegos de mesa. Estas actividades pueden ofrecer una variedad de experiencias y reducir el tiempo dedicado a los videojuegos.
9. **Comunicación abierta**: Habla con tus hijos sobre los videojuegos y los riesgos de la adicción. Fomenta una comunicación abierta y honesta para que se sientan cómodos hablando contigo si tienen problemas o preocupaciones relacionadas con los videojuegos.
10. **Dar ejemplo**: Modela un uso responsable de la tecnología y muestra cómo equilibrar el tiempo de pantalla con otras actividades en tu propia vida.
Recuerda que la clave es encontrar un equilibrio saludable y educar a tus hijos sobre un uso responsable de los videojuegos. Si observas signos de adicción o problemas significativos relacionados con los videojuegos, busca ayuda profesional para abordar el problema de manera adecuada y apoyar a tus hijos de la mejor manera posible.
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